
lunes, 6 de mayo de 2013

La dimensión histórica de la geografía mesoamericana
Para comprender la geografía de Mesoamérica hay que situarla en una dimensión diacrónica, es decir, como una realidad dinámica. Hay que enfatizar que Mesoamérica es una civilización compartida por pueblos de diverso origen étnico y que, a diferencia de otras civilizaciones como el Antiguo Egipto o Mesopotamia, los pueblos que compartieron la civilización mesoamericana no constituyeron nunca una unidad política. Las fronteras de Mesoamérica corresponden a los territorios de aquellos pueblos que formaron parte de la esfera de la civilización mesoamericana, que comparte una cultura cuyas características se abordan más abajo. Los confines de Mesoamérica tampoco corresponden con los límites de ningún país moderno. Después de la conquista española, los pueblos mesoamericanos quedaron incorporados al virreinato de la Nueva España, pero este dominio de la corona española incluyó también a otros grupos de culturas diferentes tales como los oasis americanos, los nómadas de Aridoamérica y los pueblos de la baja América Central.Las tierras bajas
Los huracanes golpean las costas de Mesoamérica cada año. La temperatura no presenta contrastes considerables, es cálida durante todo el año y la diferencia entre temperaturas máximas y mínimas es relativamente pequeña.
El océano Pacífico baña las costas occidentales de Mesoamérica. A diferencia de la vertiente atlántica, en el Pacífico las cadenas montañosas condicionan una llanura costera sumamente angosta. Algunas regiones de Nayarit y Sinaloa poseen muestras de humedales
que como en el Atlántico han sido depredadas por los seres humanos.Las tierras altas

El volcán Ízalo se encuentra en El Salvador. Como el Paricutín en México, es un volcán nacido recientemente.
.Los mesoamericanos
Los pueblos mesoamericanos constituyen un mosaico étnico y lingüístico que perdura hasta la actualidad. La lengua constituye uno de los criterios para definir a una nación o pueblo. Siguiendo este criterio, los pueblos de Mesoamérica pueden agruparse en grandes contingentes, que comparten más elementos entre sí que con el resto de los pueblos de la región. Cabe aclarar que el criterio lingüístico es útil para abordar la clasificación, pero no constituye el único elemento. Algunos de los pueblos que aquí se presentan como parte de una gran familia podrían no ser tan afines entre sí, a pesar de hablar lenguas emparentadas.
Pueblos de habla otomangueana
Los hablantes de proto-otomangueano debieron participaron en la domesticación del maíz y participar en la construcción y florecimiento de grandes ciudades como Cuicuilco, Teotihuacan y Cholula. El análisis glotocronológico de las lenguas de la familia otomangueana sugiere una antigüedad que ronda los 8000 años aproximadamente.Los pueblos de habla otomangueana se encuentran dispersos por buena parte de Mesoamérica, pero se concentran en lo que se llama México central. Están divididos en dos grandes ramas, una oriental y otra occidental. La mayor parte de la rama occidental vive en la Altiplanicie Mexicana. Los valles de México, Toluca y la cuenca del río Moctezuma constituyen el hogar histórico de los otomíes, mazahuas, matlatzincas, tlahuicas. Otros pueblos de habla otopame ,jonaces y pames
La presencia de los otomangueanos en sus territorios fue anterior a la llegada de los nahuas al centro de México, se remonta a varios milenios antes de la era cristiana. Por eso es probable que se encontraran entre los habitantes de sitios como Tlapacoya, Cuicuilco, Tlatilco, Teotihuacan, Cholula y otros cuya filiación étnica es motivo de debate. Alrededor del año 3500 a. C. se separaron las dos vertientes de la familia, pero el contacto entre los pueblos otomangueanos se mantuvo en la época prehispánica.
Pueblos de habla maya
El grupo de pueblos de habla mayance o mayense, se concentra básicamente en la península de Yucatán, las tierras altas de Guatemala y Chiapas. Sólo el pueblo huasteco se encuentra fuera de esta región. Los lingüistas señalan que la migración huasteca ocurrió alrededor del año 2200 a. C., cuando estos abandonaron el territorio étnico (situado aproximadamente en la zona donde actualmente se habla kanjobal). Los demás grupos mayenses se expandieron por la zona descrita y mantuvieron contacto con los pueblos lenca y xinca en el límite sur de Mesoamérica, así como con sus vecinos occidentales, los pueblos de habla mixe-zoqueana. La gran relación entre estas familias llevó a algunos especialistas a plantear que los olmecas eran antepasados étnicos y lingüísticos de los mayas, hipótesis que se ha descartado recientemente.
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